Domingo 6 de Marzo de 2011. Un día especial. Una ciudad que me embrujó para siempre. Que me sedujo con la elegancia de sus edificios, con el glamour de sus calles y con la inalcanzable belleza de sus parques y de sus plazas. Cegada por el sol de mi tierra, huí en busca de un invierno frío, y lo encontré. Haciendo memoria, miro atrás y todavía puedo sentir la felicidad que me invadía, no debí marcharme.
Mad, no te impacientes, volveré pronto pero esta vez será para quedarme, TE LO PROMETO.
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