Tú y yo somos como imanes, tú lo notas. Nuestra atraccion es tan innegable como siempre.
-Esta vez es distinto.
-No tiene porque, te quiero. Me costo decirtelo pero lo dije y no he vuelto a mirar atras, ahora te toca a tí, por favor, perdoname.
-Lo siento, no puedo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario